Tras cinco años de formación, desarrollé mi actividad en el Servicio de Cirugía Cardiaca en el Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla de Madrid. Allí me consolidé como cirujano. He tenido la oportunidad de operar todas las patologías del abanico cardiovascular.
Pero no todo es el tratamiento quirúrgico. Una de las cuestiones que yo resalto de mi especialidad es la relación especial entre el médico y el paciente. La mayoría de las intervenciones hay que hacerlas con el corazón parado y es ahí donde la unión entre el paciente y su cirujano se torna especial. Es este el concepto que yo he cuidado de una forma preferente en todos los años de mi actividad quirúrgica.
Ahora, con el discurrir de los años y la experiencia acumulada, intento inculcar a las nuevas generaciones lo importante que es la confianza del paciente hacia su médico y el compromiso del médico hacia su paciente.
En la actualidad, soy miembro del Servicio de Cirugía Cardiaca del Hospital La Paz y desde los nuevos proyectos de alianzas con otros Centros, sigo manteniendo y fomentando los conceptos que aprendí en mi etapa como médico en formación de la especialidad y que consolidé posteriormente con mi actividad diaria como facultativo.